El 6G, como su nombre indica, será la sexta generación de conectividad móvil. Así como el 4G reemplazó al 3G y el 5G al 4G, el 6G llegará para sustituir al 5G, ofreciendo velocidades mucho mayores y una latencia aún más reducida. Antes de su llegada, viviremos una etapa intermedia denominada 5G+ o 5G avanzado, que comenzará a desplegarse este año. También conocido como 5.5G, según Huawei, esta tecnología —impulsada por MIMO (Multiple Input Multiple Output)— permitirá alcanzar velocidades de hasta 10 Gbps.
¿Qué es el 6G?
El 6G es la próxima generación de tecnología móvil, una evolución del 5G que promete velocidades de datos significativamente más altas, latencia ultrabaja y una capacidad mucho mayor para conectar dispositivos. Estas mejoras se lograrán mediante el uso de frecuencias de radio más elevadas y tecnologías innovadoras como la inteligencia artificial.
¿Qué ventajas aportará sobre el 5G?
Al igual que su predecesor, uno de los principales objetivos del 6G será reducir aún más la latencia y aumentar de forma notable la velocidad de transmisión de datos. Aún no se ha definido el estándar oficial del 6G ni las bandas de espectro que se emplearán para su funcionamiento, pero las expectativas apuntan a una conectividad sin precedentes.
¿Cuándo se conectarán los celulares a la sexta generación de redes?
Se prevé que la comercialización de las redes 6G comience alrededor del año 2030. No obstante, los primeros casos de uso reales podrían aparecer entre 2026 y 2028, a medida que se desarrollen las infraestructuras necesarias.
¿Qué áreas se beneficiarán con el 6G?
El 6G impulsará múltiples sectores industriales y económicos, como la medicina y la automoción. Entre los campos que se potenciarán con esta tecnología destacan la realidad extendida (realidad virtual, aumentada y mixta), las comunicaciones holográficas, la inteligencia artificial interconectada y automatizada, y una notable mejora en eficiencia energética, con consumos ultrabajos.
Una visión preliminar del 6G anticipa un mundo aún más conectado, donde distintas realidades convergerán en cualquier dispositivo o pantalla, incluso a través de redes móviles. La holografía, por ejemplo, podrá transmitirse en tiempo real, en alta definición y sin latencia, abriendo la puerta a nuevas formas de comunicación y experiencia digital.